El proyecto de ley, que está pendiente de revisión ante el Tribunal Constitucional, obliga a registrar los datos personales de los usuarios de Internet. El registro, creado con el pretexto de combatir la pornografía infantil, crea un riesgo evidente para las libertades y derechos de las personas.
En Cartas a la Directora de La Segunda, este Viernes 4 de Febrero, Alberto Cerda Silva, director de estudios de ONG Derechos Digitales y profesor de la Universidad de Chile, las emprende contra el proyecto de ley que hace pagar a justos por pecadores.
Señora Directora:
Una herramienta eficaz para exterminar las ratas es un ataque nuclear; el único problema es que su estallido trae aparejado altos costos humanos. Lo mismo ha intentado hacer el Congreso, tras aprobar una ley que, con el pretexto de combatir la pornografía infantil, obligará a registrar la identidad de los usuarios de internet.
Una vez que ese registro exista, nada evitará que su uso satisfaga otros propósitos. A la falta de celo de la actuación policial se sumará la ausencia de control sobre quienes procesarán la información. Todo ello pondrá en serio riesgo no sólo la vida privada de los usuarios de internet, sino también otros derechos y libertades esenciales para una sociedad democrática, como las libertades de conciencia y de expresión.
Las ratas siempre pueden eludir la muerte bajo un ataque nuclear, huyendo a madrigueras bajo tierra; seguro así lo harán también aquellos criminales, cobijando su conducta en cloacas. Lamentablemente, de paso, se habrán mancillado los derechos y libertades constitucionales de todos los chilenos. Esperemos que el Tribunal Constitucional, cuyo pronunciamiento debe tener lugar en los próximos días, enmiende tan desproporcionada e indiscriminada medida legislativa que hace pagar a justos por pecadores.
Alberto Cerda Silva
Profesor Asistente de Derecho Informático
Facultad de Derecho de la U. de Chile